domingo, 24 de abril de 2016

Joven menor de edad comienza a tocarse sus partes en el baño

Tres abogados, tres jueces y una fiscal coincidieron ayer en afirmar, por separados, que el adulto que toca o roza los genitales de un menor de edad, con o sin violencia, comete una agresión sexual contra el niño y se expone a recibir condena de hasta 10 años de cárcel.
 Indican que cuando se trata de un familiar, la situación se agrava, lo mismo que cuando es un profesor, debido a que se convierte en una abuso por parte de alguien con autoridad.
Los magistrados  pidieron el anonimato de sus nombres. Un juez de atención permanente sostuvo que son los allegados quienes más cometen este tipo de delito contra menores de nueve años.
Expresó que se trata de una aberración condenada. Dijo que el Código Penal especifica cómo castigar la infracción. El veterano juez dijo que es casi una enfermedad la relación entre adultos y menores.
Recordó que emperadores romanos eran acusados de usar niños para que les succionaran o chuparan el pene, y de Alejandro Magno se decía que tenía relaciones sexuales con jóvenes hermosos.
En tanto, una jueza de primera instancia dijo que cualquier acto de naturaleza sexual contra un menor de edad -sin  penetración- es una agresión sexual, que puede implicar pena de cinco a diez años.
Si el acto es violación y lo comete un pariente, merece hasta 20 años de prisión. Manifestó que es la madre la que acostumbra a presentar la denuncia. “El  toque de los órganos sexuales de un menor suele dejar huellas, como adosamiento de las membranas, irritaciones”.

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