Río
de Janeiro, 14 may (EFE).- El escándalo de corrupción que puso Brasil
patas arriba y contribuyó a la suspensión de la presidenta Dilma
Rousseff ya tiene una versión porno, que fue puesta a la venta el mismo
día en el que Michel Temer la sustituyó en el cargo, con el propósito de
"concienciar" a los legos en política.
"Sobornos,
dinero en los calzoncillos y chorros de semen por todos los lados": así
se publicita la cinta cuyo hilo argumental bebe de la compleja trama de
corrupción destapada en la petrolera estatal Petrobras en 2014, que fue
una losa para Rousseff y salpica a nueve ministros de Temer.
La
película se titula "Operação: Leva jato" (Operación: te llevas un
chorro), expresión casi calcada del nombre en clave de la operación
policial por la que en Brasil se conoce a la macrocausa de corrupción,
la "Lava jato", que a su vez hace alusión a los lavaderos automáticos de
automóviles.
En
las imágenes promocionales que ha publicado Brasileirinhas, la mayor
productora de cine pornográfico del país, aparecen hombres trajeados
contando dinero ante mujeres en lencería, o sacándose gruesos fajos de
billetes de los calzoncillos.
Esa referencia no es casual.
En
los últimos años se han conocido varios casos de políticos o
empresarios que ocultaron el dinero procedente de sobornos en su ropa
interior.
En
julio de 2005 un hermano del entonces presidente del Partido de los
Trabajadores (PT) José Genoino fue detenido en un aeropuerto con 85.000
dólares en una maleta y otros 100.000 escondidos en los calzoncillos,
procedentes del escándalo conocido en la época como el "Mensalão", que
llevó a prisión a 25 empresarios y políticos cercanos al expresidente
Luiz Inácio Lula da Silva.
Cuatro
años después, en otro escándalo de pago de sobornos que giraba en torno
al gobierno regional de Brasilia, unas cámaras ocultas permitieron a
todos los brasileños ver a empresarios y políticos metiéndose billetes
en el slip y hasta en los calcetines.
Uno
de los que aparecían en esas imágenes, el empresario Alcir Collaço,
citó en otro vídeo precisamente al actual jefe de Estado interino,
Michel Temer, entonces presidente de la Cámara de los Diputados, como
uno de los beneficiarios del pago de sobornos que él, como
intermediario, llevaba de mano a mano en sus calzoncillos.
En
la época Temer negó tajantemente las acusaciones, que también se
extendían a otros correligionarios en el Partido del Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB), y las investigaciones tampoco demostraron
ningún ilícito.
El
dueño de la productora, Clayton Nunes, dijo a Efe que la idea de la
película surgió en aquella época, pero fue desechada porque prefiere
temáticas "más divertidas" y ahora la recuperaron cuando la situación de
los casos de corrupción "pasó de los límites".
"Creo
que por el momento político en que el país se encuentra, tenemos que
hacer que los implicados en este escándalo queden tan ridiculizados que
el hecho jamás se repita y que hasta las personas a las que no les gusta
la política entiendan que es un momento único de la política brasileña
en el que es preciso que todos se conciencien", comentó Nunes.
El
caso Petrobras ya ha llevado a prisión a un centenar de empresarios y
políticos, mientras que el Tribunal Supremo ha abierto investigaciones
contra 118 políticos que tienen fuero privilegiado por los cargos que
ocupan y ha aceptado denuncias contra once de ellos, según datos de la
Fiscalía.
Entre
los investigados figuran los nuevos ministros de la Secretaría de
Gobierno, Geddel Vieira Lima, de Planificación, Romero Jucá y de
Turismo, Henrique Alves, quien también fue citado en el caso de los
sobornos transportados en los calzoncillos.
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